En el verano de 1944, un grupo de oficiales alemanes atentaron contra Hitler. No consiguieron acabar ni con él ni con el régimen nazi (que a esas alturas estaba perdiendo claramente la guerra). Ese episodio histórico que pudo cambiar el rumbo de la guerra y el destino de Alemania y Europa es lo que cuenta esta película.
Tom Cruise interpreta al comandante Von Stauber (o como se escriba). Un patriota alemán. No confundir con un nazi. Un salvapatrias. Así es como se le pinta desde el inicio cuando, destinado al Afrika Korps por un comentario ofensivo contra Hitler, un ataque aliado le hiere. Pierde un ojo, una mano y dos dedos de la otra.
La premisa de este tipo es que Alemania debe ser salvada y para ello hay que matar a Hitler. Para ello, se pone en contacto con un grupo de oficiales golpistas (igual que el 23-F), del cual se vuelve rápidamente el líder. Su idea es usar un plan estratégico de defensa llamado Operación Valkiria. No hace falta comentar cuanto le gustaban a los nazis la mitología germánica, sobre la cual Wagner compuso varias obras (por ejemplo, El anillo de los Nivelungos). Por eso, como decía Woody Alen, cada vez que escucho a Wagner me dan ganas de invadir Polonia.
Sea como fuere, el plan es el siguiente: aprovechando el verano y que aún no estaban muy sitiados, Hitler & friends, se reúnen en un bunker en el campo. Von Stauber, invitado de honor al ser comandante, va al bunker, les deja una bomba y se va. Un secuaz corta las comunicaciones del recinto, previo aviso a Berlín. Los golpistas de Berlín inician el plan Valkiria y toman Berlín bajo la excusa de un golpe militar de las SS.
¿Fácil? En principio, sí. En la práctica… Precisamente, este es el gran error de la película. Intenta crear tensión aún a sabiendas de que la historia ya está escrita. El espectador sabe lo que va a pasar. Se sabe que van a fracasar (si alguien se sorprende es que no sabe nada de nada). Conclusión: pierde el encanto rápidamente. El único punto de interés real es conocer cómo tenían pensado hacerlo e imaginarse como hubiera cambiado la historia del siglo XX de haber triunfado el golpe.
Por tanto, no queda mucho más que decir. Una película discreta, sin más alardes. Ni siquiera deja una alegoría (o no la he captado). Aunque se basa en hechos históricos corroborados, no llega a ser tan buena como El Hundimiento.
Lo mejor: no hay nada excesivamente destacable.
Lo peor: dos cosas: el patrioterismo del personaje de Tom Cruise y la excesiva "sensiblería" de la escena final.
Puntuación: 5 gallifantes.